Generosidad y Misericordia... ¡de DIOS!
Las dos parábolas “gemelas” (de la
oveja y la dracma perdidas, respectivamente), que preceden a la del hijo
pródigo (que debería llamarse del padre misericordioso), vienen a introducir el
tema de la generosidad y misericordia de Dios con los pecadores y abandonados.
En los dos narraciones, la del pastor que busca a su oveja perdida (una frente
a noventa y nueva) y la de la mujer que por una moneda perdida (que no vale
casi nada), pone patas arriba toda la casa hasta encontrarla, se pone de
manifiesto una cosa: la alegría por el encuentro. Estas parábolas, junto a la
gran parábola del padre y sus dos hijos, intentan contradecir muchos
comportamientos que parecen legales o religiosos, e incluso lógicos, pero que
ni siquiera son humanos. El Reino de Dios llega por Jesús a todos, pero muy
especialmente a los que no tienen oportunidad de ser algo. Jesús, con su
comportamiento, y con este tipo de predicación profética en parábolas, trasmite
los criterios de Dios. Los que se escandalizan, pues, no entienden de generosidad
y misericordia.
EL EVANGELIO DEL DOMINGO