29 diciembre, 2013

Sagrada Familia de Jesús, María y José.


La familia de Jesús

En el evangelio de este domingo aparece la solicitud de José, su sensibilidad atenta a la voz de Dios, su prontitud para seguir las indicaciones divinas. Pero su figura está al servicio del misterio de Jesús. 

En este texto, Jesús se nos muestra, ya desde niño, perseguido y rechazado por los poderosos, parte de una familia pobre y sufrida que debe emigrar para escapar de la violencia y la persecución. 

La imagen de José tomando “de noche al niño y a su madre y huyó a Egipto”, no muestra ciertamente a una familia poderosa, respetada por la sociedad, sino una familia que simboliza a todas las familias despreciadas y relegadas por el mundo del dinero y la apariencia, a todas las familias desamparadas y abandonadas. 

De hecho, este Jesús que debe huir a Egipto, exiliado ya desde niño, y desde allí vuelve a su tierra, está representando la suerte de todo su pueblo pobre, sufriente y peregrinante. Por eso Mateo aplica a Jesús la cita de Oseas 11, 1, que se refería al pueblo judío: “De Egipto llamé a mi hijo”. 

Jesús y su familia no se nos presentan entonces como un pequeño grupo de privilegiados que se aíslan de la multitud para llevar una vida más serena y más fácil, liberada de las perturbaciones del mundo, sino como una familia plenamente integrada en su pueblo, solidaria con los sufrimientos de los más pobres, corriendo la misma suerte angustiante de ese pueblo oprimido. 

La vida familiar de Jesús ilumina nuestra vida en familia.


El Evangelio para este domingo:



Boletín semanal de la diócesis de Punta Arenas
















24 diciembre, 2013

CELEBRANDO NAVIDAD 2013


Un niño nos ha nacido un hijo se nos ha dado

La Navidad es ante todo el nacimiento de un niño. Es la celebración de una nueva vida humana. Ciertamente es un Niño muy especial, es Dios hecho Niño. Pero en esta noche para llegar a Dios hemos de pasar por el Niño, por la condición humana que asumió, por su humano nacer en un ámbito tan sencillo, que en su sencillez pasa desapercibido en la tierra en la que nace: ha de ser proclamado por los ángeles. Los ángeles anuncian a los sencillos pastores el nacimiento de un “Salvador, del Mesías, del Señor”, pero en un contexto nada indicado para quien así era titulado. Todos esos títulos pertenecen a esa pobre criatura que nace entre pajas en un pesebre. Los ángeles proclaman la gloria de Dios, mientras que quizás los pastores deslumbrados y a la vez sorprendidos van a cerciorarse de lo anunciado. Serán los primeros que rindan tributo al Niño y los primeros predicadores de quién era ese Niño. Necesitaron la fe para ver en el Niño al Salvador, al Mesías al Señor. Creyeron y dieron gloria a Dios, como lo habían hecho los ángeles.


Nuestra acogida al Niño. La ternura.

Ese ámbito de lo sencillo es el ámbito también de la ternura. Ternura es lo que desprende siempre el Niño. La perciben María y José, la perciben los pastores, debemos percibirla nosotros. La ternura nos dignifica, es amar sin más, desde lo hondo del ser. En Navidad todos nos hacemos un poco niños, nuestros posos infantiles afloran a la superficie: somos capaces de jugar con los juguetes de los niños, de ver las películas que ellos ven, sentimos la necesidad del calor afectivo de otros/as. Nos volvemos tiernos. Ojalá sea así. La ternura no es un retroceso a épocas pasadas de la vida, supone aflorar lo mejor que hay en nosotros: cambiar nuestra mirada inquisitiva, sabidilla, censuradora, con flecos de superioridad, por la del amor, por la mirada de quien se ve uno más entre los otros, débiles como ellos, necesitado de calor afectivo y capaz de darlo. La ternura es fruto de la inteligencia que descubre nuestra verdad, y del amor en su estado más puro y más sencillo y… más generoso, el amor de quien, ante el cuidado o la caricia al niño, sólo espera de él su sonrisa.

La ternura es hacerse niño como lo entendía Jesús. De ellos es el reino de los cielos. Niño se hizo Dios para entrar en nuestro “reino”… para que fuera el de los cielos. Como niño hay que hacerse para entrar en el Reino de Jesús. A los niños Dios les ha revelado el misterio, no a los sabios y entendidos. También el misterio de la Navidad. Niños hemos de hacernos para entender y vivir y celebrar la Navidad. En nosotros ha de nacer el niño que somos.


Luz en la noche.

Misa en medio de la noche, como el anuncio a los pastores. La noche que puede aludir a momentos de oscuridad en nuestra vida, que quizás estos días se viven más profundamente; por el recuerdo de las ausencias de quienes en otras Nochebuenas estuvieron presentes; pero noche iluminada por la luz que viene del cielo y nos hace descubrir la gloria de Dios en un Niño recién nacido. Es la misa del triunfo de la esperanza, sobre la frustración, de la alegría sobre el dolor. Es la noche de Dios con nosotros.


El nacimiento de Jesús, según san Lucas... 

puedes escucharlo aquí.




















22 diciembre, 2013

DOMINGO 4° DE ADVIENTO


¡EMMANUEL, DIOS CON NOSOTROS!

Dios está con nosotros. Dios está en medio de nosotros. 

En Jesús, Dios es uno de nosotros. Dios en forma humana vive en medio de nosotros y viene para hacernos real y plenamente humanos en el modo que Dios se propuso; y quiere que seamos total y perfectamente humanos.


Aquí está Jesús, nuestro modelo de profunda humanidad. Solamente tenemos que mirarle y dejar que él nos modele y nos forme con su Espíritu. 

Entonces nosotros también seremos completa y totalmente hijos e hijas de nuestro Dios bondadoso. Éste es el formidable mensaje de hoy. 

Percibamos a Jesús aquí en medio de nosotros. Que su palabra y su eucaristía nos transformen, y que lleguemos a ser carne de su carne y sangre de su sangre.


EL EVANGELIO DE ESTE DOMINGO












16 diciembre, 2013

VOLVIERON A SUS ISLAS LOS FISCALES DE CHILOÉ


Con una semana de experiencias atesoradas, retornaron al Archipiélago los 34 Fiscales que peregrinaron a nuestro santuario acompañados por el Pbro. Rector del santuario de Caguach, Don Arturo Mansilla G., por Don Milton Díaz G., cura vicario de la Parroquia de Quellón, y Sor Eulalia Mansilla M., religiosa franciscana de la Comunidad de Castro.


Con Vigilia y Eucaristía se despidieron los fiscales de Chiloé que peregrinaron al santuario de Jesús Nazareno en Punta Arenas.


El sábado 14, por la tarde, se realizó la despedida de los 37 peregrinos que vinieron desde Chiloé a compartir la espiritualidad nazarena con la Comunidad del Santuario patagónico y con la Comunidad María de Nazaret en Río Gallegos.


La Vigilia armonizó los momentos litúrgicos y gastronómicos: a las 17.00 horas los visitantes agasajaron a los dueños de casa con una once en que se intercambiaron recetas antiguas y nuevas para elaborar la papa.


A las 18.00 horas se inició el canto de las I Vísperas del domingo tercero de adviento presididas por el rector del santuario puntarenense. 


A las 18.45 correspondió presidir al rector del santuario de Caguach el canto de alabanzas y gozos marianos conservados en la memoria de los fiscales visitantes. 


A las 19.30 fue el turno del Vicario de Quellón que, con sabias exhortaciones concatenó la recitación y cantos de versos tradicionales dedicados a Jesús Nazareno en los misterios de su Pasión y Muerte en cruz. 


El Equipo de Comunicaciones del santuario registró cada una de las etapas celebrativas.


La concelebración eucarística presidida por el rector del santuario de Caguach fue el momento álgido de la vigilia, expresión de la alta estima que las iglesias de Chiloé y Magallanes tienen por la tradición y la religiosidad popular.


Con intercambio de regalos se desarrolló, más tarde, la cena de despedida con la abundancia de fraternidad y de bienes de Dios que solo en las mesas de los pobres es dable conocer.


Todos agradecidos, los viajeros se marcharon en la mañana del domingo 15, cargados de emociones y reconocidos de la hospitalidad, virtud cristiana y chilota que brilló en las casas de las familias que los alojaron y atendieron durante una semana.







15 diciembre, 2013

DOMINGO 3° DE ADVIENTO


No Habrá Pobres entre Ustedes

Entre los principales signos que Jesús cita sobre su identidad como el esperado Mesías está el siguiente: él llevó la Buena Nueva de salvación a los pobres. 

Los profetas del Antiguo Testamento habían dicho que el Salvador haría eso precisamente. 

Incluso la Ley había dicho ya anteriormente: “No habrá pobres entre ustedes”. 

Los pobres eran la gran preocupación de Jesús. Nosotros somos discípulos de Jesús. ¿En qué medida alcanzamos fraternalmente a los pobres, como Jesús? ¿Cuántos pobres hay todavía entre nosotros? 

Pidamos a Dios en este domingo que nos haga conscientes de la pobreza que nos rodea, y que nos haga signos vivientes de su presencia bondadosa para los pobres.


Para escuchar el evangelio de este domingo.
Hacer clic en el vídeo.






Enlaces a otros servicios de nuestro Equipo de Comunicaciones:












01 diciembre, 2013

DOMINGO 1° DE ADVIENTO


¡EL SEÑOR VIENE!


Una persona de fe es una persona de esperanza. 

Como cristianos no podemos vivir sin soñar, sin ideales que nos inspiren y que incluso nos impacienten a veces. 

El mensaje de este Primer Domingo de Adviento nos habla del sueño de Dios con respecto a nuestro mundo. 

Este mundo está destinado a la paz y la justicia.

Sucederá este sueño feliz cuando la luz de Cristo brille sobre él. 

Dios escribirá este futuro solamente con la ayuda de los hombres.

¿Estamos despiertos y dispuestos a hacer llegar la luz y la paz de Cristo a este nuestro mundo de hoy y a transformarlo en el mundo de mañana soñado por Dios?


Si quieres escuchar el Evangelio de este domingo 
haz CLICK en este vídeo.