08 septiembre, 2013

DOMINGO 23 DEL TIEMPO ORDINARIO


JESÚS SOBRE TODO

A primera vista parece contradictorio que, por una parte, Jesús presenta su mensaje e incluso se presenta a sí mismo como una invitación, como una oferta libre que podemos aceptar o rechazar; y, por otra, como una exigencia estricta. 

El evangelio de hoy derrama luz sobre esta paradoja: Sí, lo que Jesús nos ofrece es un don, y nadie se ve forzado a aceptarlo. Permanecemos libres; pero, si lo aceptamos, será exigente con nosotros. 

Tenemos que poner a Jesús y su Reino por encima incluso de nuestras relaciones y deseos más queridos. 

Por eso tenemos que pensarlo dos veces antes de aceptarlo. 

Pero hemos de saber que, con Jesús y en virtud de su fuerza, podremos responder a su llamado, por difícil que sea, y que seremos felices. Él nos extiende esa invitación y nos da su fuerza en la eucaristía.