16 diciembre, 2018

DOMINGO 3º DE ADVIENTO



Llamados a Estar Siempre Alegres

Con demasiada frecuencia estamos o nos sentimos tristes.

En este Tercer Domingo de Adviento la liturgia nos habla precisamente de  Dios como el Señor de la danza.

El  Señor se siente feliz por venir a nosotros: “Él danzará con gritos de alegría por ustedes,  como en un día de festival”. 

Para el Señor, el estar con nosotros es una auténtica fiesta. 

¿Es una fiesta también para nosotros el estar con él?

Abrámonos a la alegría de la venida y de la presencia duradera del Señor entre nosotros.

Él viene a nosotros con su paz, su amor y su perdón, no solamente en la gran fiesta de Navidad, sino en cada eucaristía y cada día, cuando estamos dispuestos a hacer crecer en nosotros y en nuestro mundo el amor y la paz de Dios.