17 septiembre, 2017

DOMINGO 24º DEL TIEMPO ORDINARIO


LA CRUZ Y YO

Las cruces son siempre duras de llevar y estamos tentados de refunfuñar y revelarnos ante los sufrimientos y pruebas de la vida.

Pero Jesús fue delante de nosotros: cargó con la cruz por nosotros y murió por ello, después resucitó.

Dios es más fuerte que la muerte, y la necedad y el escándalo de la cruz nos ha salvado de nuestros pecados y la muerte.

La cruz fue el camino de Jesús hacia la victoria.

Para todo discípulo de Jesús éste es el camino para la vida y la resurrección.

Unámonos a Jesús en la eucaristía y celebremos con Él el sacrificio de la cruz.

Examinemos ante el Señor:

¿Cómo llevamos nuestras cruces? ¿Cargamos con ellas como Cristo? ¿Es la cruz de Jesús un escándalo para nosotros o nuestra esperanza y salvación?