Perdón y Libertad
¿Nos amamos bastante unos a otros, y
amamos bastante al Señor y a la comunidad, como para ayudarnos unos a otros
cuando alguno se extravía por mal camino?
Si realmente nosotros somos la Iglesia,
somos una comunidad en torno a Jesús y por tanto somos hermanos los unos de los
otros.
Esto significa: Nos amamos unos a otros,
nos aceptamos y servimos unos a otros, tanto que tenemos el valor de
corregirnos unos a otros cuando erramos.
Porque esas personas son mi hermano o
hermana, ellas son mi preocupación.
Oremos con Jesús, para que tengamos tal
valor, y que nuestros hermanos y nosotros aceptemos la ayuda que nos ofrecemos
para liberarnos.
Con Jesús en medio de nosotros, al menos
cuando somos conscientes de ello
podemos hacer de nuestra comunidad un
lugar donde poder hablarnos con libertad unos a otros y ayudar a los que viven
con problema para mantenerlos en la comunidad o para persuadirles para que
vuelvan, y así ofrecerles nuevas oportunidades, ya que sabemos que somos
responsables los unos de los otros.
Que el Señor nos conceda esta apertura
de espíritu y este valor.