Domingo 22º del tiempo ordinario.
¿Cómo miramos a otros, y a nosotros
mismos, en relación a ellos?
¿Despreciamos a otros, al menos a
alguien, y nos consideramos más importantes, como personas dignas de
consideración y de honores?
El mensaje de hoy es claro: En el Reino
hay un buen lugar para todos y para cada uno.
Si hubiera de haber alguna preferencia,
habría de ser para los pobres, los discapacitados, los humildes, ya que Dios
les otorga el primer lugar, y son los favoritos de Jesús.
El mismo Jesús nos pregunta aquí y
ahora: ¿Qué lugar eligen ustedes y qué lugar ceden a los demás?