Domingo 21º del tiempo ordinario.
A todos nos gusta ir a una casa cuyas
puertas estén siempre abiertas para la acogida cordial.
Así quiere Jesús que sea su Iglesia: Una
casa de acogida abierta a todos.
Jesús dice de sí mismo que él es la
verja y la puerta del redil.
Jesús acoge a todos los que le buscan, e
incluso se sale del camino para buscar a los extraviados.
Al mismo tiempo, Jesús nos dice que la
puerta es estrecha. Tenemos que hacer un esfuerzo serio para llegar a ser como
Jesús y para amar y servir a Dios y al pueblo con él, y para vivir según el
espíritu del evangelio.
Con Jesús damos hoy gracias al Padre, y
le pedimos que nos dé la gracia de ser también nosotros acogedores y abiertos a
todos.