Al comenzar la Cuaresma, el mensaje
urgente que se nos dirige hoy es: "¡Arrepiéntanse! ¡Cambien el corazón,
conviértanse!"
Pero, ¿a quién le gusta cambiar sus
hábitos y costumbres, su mentalidad, su estilo de vida?
Preferiríamos quedarnos solos e ir a
nuestra pinta por los viejos caminos.
Hasta Jesús mismo fue impulsado por el
Espíritu -sí, por el Espíritu- al desierto, para allí ser tentado, para
percibir con ojos claros su propia identidad, cuál era su tarea y cómo la gente
y los acontecimientos tratarían de desviarlo de su misión.
Pero Jesús fue más fuerte que la
tentación y que el pecado.
Que el Espíritu nos convierta a
nosotros, para que logremos ser aquello para lo que hemos sido llamados, y para
que hagamos lo que tenemos que hacer como cristianos.
Que el Espíritu nos ayude a superar
nuestras tentaciones y nos haga más fuertes que el pecado.
Boletín dominical de la Diócesis de Punta Arenas Chile