El Enfermo y el Hambriento Eres Tú, Señor.
Hoy concluimos el Año Litúrgico, el Año
de la Iglesia, con la solemne celebración de Cristo, nuestro Pastor y Rey.
Vino
a nosotros como nuestro Buen Pastor y nos confió la responsabilidad de cuidar
unos de otros.
Cuando venga a evaluar nuestra vida y a verificar cuánto hay de bueno a su ojos y a los
nuestros, él nos preguntará: ¿Se han preocupado los unos por los otros, han
servido ustedes a los demás, especialmente a los pobres y a los débiles?
No es sólo cuestión de servir a otros:
Se
trata también de servir a Dios, ya que
el prójimo en necesidad no es sino Cristo mismo "encarnado".
Se
trata, por lo tanto, de un acto de fe profunda.
Este domingo pidamos al Señor fe profunda y amor generoso para vivir propagando su "Reino".
Boletín dominical de la Diócesis de Punta Arenas - Chile