Templo en construcción
Los cristianos construimos templos para
dar culto a Dios.
Los templos cristianos no tienen sentido
si no apuntan hacia la Iglesia (Eclesia = Asamblea), la Comunidad - Cuerpo de
Cristo animado por su Espíritu.
Dios está presente, en primer lugar,
allí donde está el pueblo cristiano reunido con su fe, esperanza y amor.
Nosotros somos la Iglesia, y por la
gracia de Dios nosotros hacemos la Iglesia; somos sus piedras vivas para la
construcción.
Cuando nos reunimos en el templo,
expresamos que somos el nuevo pueblo vivo de Dios que construye nuestras vidas
en Cristo.
El templo o Basílica de san Juan de
Letrán, además de ser la catedral de Roma y del Papa en calidad de obispo de la
ciudad, es también la Iglesia madre y cabeza de todas las iglesias del mundo.
De ahí el alcance universal de esta celebración litúrgica, en la que las
iglesias de los cinco continentes se unen gozosas a la de Roma que preside
visiblemente a todas las Comunidades cristianas del mundo en la caridad
La liturgia católica nos recuerda que el
cuerpo de Cristo muerto y resucitado, sustituyó al templo judío de Jerusalén, y
se ha convertido ahora en el cimiento sólido sobre el que vamos edificando día
a día el edificio vivo de la Iglesia “en Dios Padre y en el Señor Jesucristo”
(1 Ts 1,1).
Boletín dominical de la Diócesis de Punta Arenas - Chile