¡MUY AGRADECIDO, MUY AGRADECIDO,
MUY AGRADECIDO…!
Nosotros apreciamos mucho a las
personas agradecidas.
¿Y, a veces, no nos olvidamos
nosotros mismos de agradecer?
Muchos, por desgracia, se olvidan
del Señor. Miremos todo lo que debemos a Dios: nuestra vida, nuestro cuerpo con
sus ojos para ver las maravillas de la naturaleza y nuestros oídos para oír los
cantos de la creación. Tenemos en nuestro entorno tanta belleza y tanta buena
gente a quien apreciar y amar. Y, sobre todo, Dios mismo se nos ha hecho
cercano y ha venido a nosotros en Jesús. Él nos trajo continuo perdón y la
capacidad de perdonar y de amar.
Este domingo, gritando a todo
pulmón, demos gracias y alabanza a Dios.
EL EVANGELIO DE ESTE DOMINGO
Lucas 17, 11-19