JESÚS EXPERIMENTÓ NUESTRAS TENTACIONES
El pueblo de Dios, ahora en nuestro
tiempo, siente la fuerte tentación de permitir que los bienes de consumo le
encarcelen y le esclavicen. Miremos a Jesús: Él
rechazó dejarse fascinar por ellos, y quiere que nosotros tengamos hambre,
no de cosas materiales y mundanas,
sino más bien hambre de
fraternidad con los hermanos, de oración, de Dios.
El pueblo de Dios siente la fuerte
tentación de impresionar y de controlar a los demás. Miremos a Jesús: Él vino
para instaurar el poder del amor y nos dice que sirvamos a Dios en los
hermanos.
El pueblo de Dios siente la fuerte
tentación de crear sus propios ídolos y hacerse a sí mismo el centro del
universo. Miremos a Jesús: Él quiere que con él demos culto y adoremos
solamente a Dios. Con él, que resistió y venció resueltamente las tentaciones,
entramos con confianza en esta Cuaresma.
VIDEO-EVANGELIO DE ESTE DOMINGO