21 octubre, 2018

DOMINGO 29º DEL TIEMPO ORDINARIO


El Poder es Peligroso

¿Han notado ustedes cómo en su campaña para un puesto o cargo público la mayoría de los políticos emplean la palabra “servicio”?

Ponen mucho énfasis en que quieren ser  los servidores del pueblo, y ser elegidos para poder servir.

Pero, una vez han sido ya elegidos, ¿a quién sirven?

La mayoría, por lo general, se sirven primeramente a sí mismos y después obligan al pueblo a servirles.

Nunca debiera ser ésta la forma de actuar en la Iglesia.

Los cristianos encargados de algún ministerio en la Iglesia y todos los bautizados deberíamos tener la ambición de servir los unos a los otros y, de esta manera, servir a Dios.

Así actuó Jesús. Le pedimos hoy a él que sepamos seguir su camino.