07 octubre, 2018

DOMINGO 27º DEL TIEMPO ORDINARIO


Que Nuestro Amor Perdure

El deseo ardiente del esposo y la esposa en el día de su matrimonio es: ¡Que nuestro amor no se marchite; que dure!

Esto no es solamente un deseo de Dios para ellos, sino que es su mismísimo mandamiento.

Dios quiere que la unión de los esposos en amor sea como su propio amor hacia su pueblo: fiel, fuerte, perenne, una verdadera alianza de amor.

Con todos los matrimonios, con todos aquellos a quienes la amistad vincula juntos, con todas nuestras comunidades cristianas, estamos hoy ante el Señor y le pedimos:

¡Que nuestro amor, de los unos a los otros,  sea fuerte, fiable, fiel!