El Señor Nos Invita
Qué felices somos cuando, de vez en
cuando, el Señor nos invita a encontrarlo a un nivel más profundo, más allá de
nuestra vida disipada y trivial:
Sea en momentos de oración personal, o
escuchando la palabra que él nos dirige, o en nuestra acción de gracias después
de la comunión, o al admirar la belleza de su creación...
Cuando lo encontramos de verdad, él
siempre nos cambia, porque -lo queramos o no- siempre nos invita a seguirlo más
radicalmente.
Pero, desgraciadamente podemos rechazar su invitación, como ocurrió con el joven rico que encontraremos en el evangelio
de este domingo.
La tristeza de Jesús por nuestras opciones
superficiales lo entristece, ya que nos quiere de verdad.
Pidamos al Señor en este domingo que
sepamos seguir siempre y con alegría su llamado e invitación.