Muchos Dones, un solo Espíritu
Una fuerte plaga de la humanidad hoy día
es el exclusivismo: mi familia o mi clan primero, y los demás no cuentan; mi país por encima de todo y de todos; mi
tribu o mi raza, y no el resto; mi camarilla social solamente, y desprecio a
los demás; incluso mi religión, ya que los demás son herejes o paganos.
De aquí las guerras, las rivalidades,
las condenaciones.
¿Dónde está la universalidad de la
Iglesia? ¿Aceptamos o no al Espíritu que trabaja en todas partes?
Esto es lo que Jesús quiere que hagamos.
Pidámosle en este domingo que abra las mentes y corazones de todos, y que nos dé la gracia de reconocer a su
Espíritu haciendo el bien en cualquier parte donde la gente busque lo que es
justo, bello y bueno, aunque no se percate de ello.