08 julio, 2018

DOMINGO 14 DEL TIEMPO ORDINARIO


Alguien del Pueblo Llano

Un hombre o una mujer como nosotros, del pueblo llano, cuyos padres conocemos, ¿cómo se atreve a transmitirnos la palabra de Dios – si es que es palabra de Dios?

Jesús, el carpintero del pueblo, cuya madre y parientes eran conocidos de todo el mundo, ¿cómo podría obrar milagros; y de dónde sacaría su extraño mensaje?

La Iglesia, con todos sus defectos, y el sacerdote, que no es mejor que nosotros, ¿cómo se atreven a hablarnos en nombre de Dios?

Pues sí; así es.

Dios nos habla a través de gente ordinaria.

La palabra y el mensaje de Dios son más fuertes que los débiles mensajeros que él envía para proclamar su anuncio profético.

Y no solo los profetas o sacerdotes, sino cada uno de nosotros, tenemos que alzarnos y hablar claro, sin rodeos, en favor de lo que es justo y bueno.


Jesús nos va a ayudar.