El tiempo es breve
"No dejes para mañana lo que puedes
hacer hoy", reza un viejo proverbio.
Desgraciadamente, hacemos lo opuesto, diciendo
que mañana tendremos tiempo suficiente.
Sin embargo la palabra de Dios sigue
urgiéndonos.
Ahora es el tiempo propio para hacer las
cosas de Dios.
Nos urge el tiempo para cambiar.
Arrepiéntanse ahora, conviértanse ahora,
Dios y su reino están ya aquí y ahora con ustedes.
Con el Señor en medio de nosotros le
pedimos la gracia de escuchar ahora su Buena Noticia de salvación y que se haga
ahora realidad entre nosotros.