¿Hasta Dónde Sigo a Mi Señor?
Hoy, Domingo de Ramos, es un día de gloria
para el Señor, que es aclamado por el pueblo como mensajero de Dios: “Bendito
el que viene en nombre del Señor”.
Dentro de pocos días, como oiremos en la
historia de la Pasión, el pueblo gritará: “¡Crucifícalo!”
Entendemos esto mejor cuando reflexionamos
sobre nuestras propias vidas.
Tenemos algunos días de felicidad
gloriosa, de éxito, de alegría, pero también días tristes de contradicción y de
fracaso. Hoy miramos esos días a la luz del Señor. Con él vivimos días felices;
con él experimentamos también días llenos de tristeza; pero, sean días tristes
o alegres, en todos ellos seguimos a Jesús.