23 abril, 2017

DOMINGO 2º DE PASCUA O DE LA DIVINA MISERICORDIA


Señor Mío y Dios Mío

Ocho días después de la resurrección, los discípulos de Jesús estaban  juntos, con miedo, creyendo,  pero aun así dudando, ya que el hecho de que Jesús viviera era demasiado bueno para ser verdad.

De la misma manera nosotros hoy nos reunimos cada domingo como comunidad de Jesús.

Sin embargo, nosotros también somos con frecuencia tímidos y tenemos miedo, estamos llenos de preguntas, quizás de dudas, y con una fe frágil.

Pero estamos juntos en la Eucaristía dominical  porque somos una comunidad que cree en Jesucristo. 

Sabemos que Jesús Nazareno está presente en medio de nosotros, aunque nuestros ojos no pueden verle.


Y con Tomás decimos cada vez que Jesús se hace presente en la eucaristía: “Señor mío y Dios mío”.