En
el Camino a Emaús
Con demasiada frecuencia pensamos que
estamos totalmente solos en el camino rocoso de la vida, con nuestras luchas y
desalientos, pero también con nuestras alegrías y felicidad que tenemos que
compartir.
¿Lo sabe el Señor? ¿Está él ahí?
Nuestra fe y sensibilidad cristianas, como
es ya sabido desde los tiempos más antiguos de la Iglesia, nos asegura que él
está presente y que camina con nosotros en la, a veces, rocosa calzada de la
vida.
Jesús nos dice su palabra de vida en las
Escrituras, proclamada para nosotros cada Domingo.
Él es ciertamente nuestro compañero en la
vida, es decir, literalmente, el que parte su pan para nosotros, como hizo para
sus discípulos en la Última Cena y en el camino de Emaús.