Pentecostés
¿Quién no sueña en un día futuro, en el
que ya no tenga miedo de hacer las cosas proyectadas por tanto tiempo,
simplemente porque le faltaba valor y coraje para emprenderlas?
¿Quién no espera tener más entusiasmo
para realizar con alegría las tareas de cada día, para arriesgarse a amar más
profundamente a Dios y a los hermanos, sin condiciones ni vacilaciones?
¿Quién no desea estar mucho más
inspirado y ser mucho más dinámico y creativo en la vida?
Hoy es el día en que esto puede comenzar
a suceder, porque hoy es Pentecostés, el día del Espíritu, el día en que el
viento celestial huracanado renueva nuestro amor, el día en que el fuego divino
nos trae alegría y libertad, el día del Espíritu Santo.
Jesús Nazareno, el Señor resucitado,
aliente su Espíritu sobre nosotros e inflame nuestros corazones con su luz y
con su vida.