Domingo 6º de Pascua
De cuando en cuando oímos que una persona,
consciente de que su muerte no está lejos, da consejos a sus hijos e hijas:
“Cuando yo falte, haz esto o aquello para tu propio bien y felicidad.
Las palabras de despedida de Jesús se
dirigen también a nosotros; son como una especie de testamento, de última
voluntad. Jesús nos está diciendo que si encontramos aquella escurridiza paz
verdadera que solamente él puede dar, tenemos que amarle a él y al Padre, y
también amarnos unos a otros.
Tenemos que seguir escuchando al
Espíritu Santo que nos recuerda las obras y las enseñanzas de Jesús.