27 septiembre, 2015

No Monopolicemos al Espíritu

Domingo 26º del tiempo ordinario


Qué fácilmente desconfiamos de los que son diferentes a nosotros, particularmente gente de otras religiones.

Ése es musulmán o judío, o protestante, o extranjero.

Para algunos, quizás para muchos, eso es bastante para desacreditar a esa persona o el bien que ella hace.

Pero  aquí viene Jesús, cuyo corazón late para todos, y nos dice que tenemos que ser de mente abierta y sin prejuicios, y reconocer todo lo bueno que hay en los demás y en sus obras, sean ellos quienes sean.


El mismo Espíritu es quien trabaja en nosotros y en todos los  que hacen el bien. Que Jesús el Señor abra hoy nuestra mente y nuestro corazón.


El Evangelio de este domingo