Domingo 23º del tiempo ordinario.
Al recitar el Credo profesamos:
"Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor."
Afirmamos que conocemos quién es él,
nuestro Señor y Salvador.
Pero ¿le conocemos realmente?
Para conocerlo profundamente no
solamente tenemos que escuchar lo que él dice, sino conocer cómo vivió y murió,
dándose totalmente al Padre y a los hombres.
Pero ni eso es suficiente: debemos
seguir sus huellas entregándonos sin reservas ni condiciones a Dios y a los
hermanos.
Entonces conoceremos a Jesús por
experiencia personal y profunda.
Oremos… Pidiendo que nuestro
conocimiento de Jesús llegue a ser muy profundo y personal.
Oh Padre, lleno de amor: Hoy tu Hijo
Jesús nos pregunta quién es él, qué significa él para nosotros.
Ayúdanos a llegar a conocerle
personalmente participando de su propia vida de entrega hasta el fin y de su
servicio generoso y desinteresado, incluyendo su cruz.
Que lleguemos, pues, a ser sus amigos sintiéndole
como vida de nuestra vida, y con él seamos siervos, unos de otros, y siervos
tuyos, nuestro Dios viviente. Amén.
Boletín dominical de la Diócesis de Punta Arenas - Chile