14 octubre, 2012

DOMINGO 28° DEL TIEMPO ORDINARIO

El Señor nos invita

Qué felices somos cuando, de vez en cuando, el Señor nos invita a encontrarlo a un nivel más profundo, más allá de nuestra vida disipada y trivial: sea en momentos de oración personal, o escuchando la palabra que él nos dirige, o en nuestra acción de gracias después de la comunión, o al admirar la belleza de su creación... Cuando lo encontramos de verdad, él siempre nos cambia, porque -lo queramos o no- siempre nos invita a seguirlo más radicalmente. Pero desgraciadamente podemos rechazar la invitación, como ocurrió con el joven rico del evangelio de hoy. Esto le entristece a Jesús, ya que nos quiere de verdad. Pidámosle al Señor, este domingo, que sepamos seguir siempre y con alegría su llamado e invitación.