19 agosto, 2018

DOMINGO 20º DEL TIEMPO ORDINARIO



La Eucaristía está en la Médula de Nuestra Fe

Sabemos que la verdadera médula de nuestra fe es que el cuerpo de Jesús se inmoló por nosotros en la cruz, derramando su sangre por nosotros, pero que resucitó de entre los muertos y está vivo para siempre.

Para nosotros, el modo más profundo de participar en su muerte y resurrección es la Misa, la eucaristía que celebramos.

En la Eucaristía recibimos el cuerpo de Cristo como nuestro alimento.

Ahí la sangre se hace presente como derramada para perdonar nuestros pecados y para llenarnos con la vida, fuerza y alegría de Jesús.

Celebremos la eucaristía con gratitud, porque ahí el Señor se entrega a sí mismo totalmente para nuestra salvación.