08 diciembre, 2017

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA


EL PARAÍSO, RESTAURADO EN MARÍA

María guía en el camino a todos los que caminan hacia el Señor.

Hoy la Iglesia aplica a María, la virgen concebida sin pecado, las palabras del profeta: “Me regocijo de alegría en el Señor, mi alma se alegra en mi Dios”.

¿Por qué esta alegría?

Porque María es como el jardín de la humanidad donde Dios hace brotar la buena semilla.

Porque ella es la sierva del Señor y la imagen de lo que la Iglesia habría de ser.

Dios es fiel a sus promesas y, por medio de María, nos dio a nuestro Salvador.

María es, entre todos los hombres y mujeres de la humanidad, la primera y la única que fue preservada del pecado.


María es el paraíso restaurado donde Dios y el pueblo se encuentran mutuamente.