Paciencia
con Las Malas Hierbas
Te sientes sorprendido felizmente
cuando, después de un disparate o una ofensa de tu parte, la persona ofendida
lo toma con paciencia y te da nuevas oportunidades.
Así actúa Dios con nosotros. Él sigue
creyendo en nosotros.
Esa es también la forma cómo quiere Dios
que nos tratemos unos a otros.
Como él, nosotros deberíamos ser
plenamente conscientes de que la gente no es ni enteramente buena ni
completamente mala, y que por lo tanto deberíamos ser pacientes, perdonando,
confiando y dando tiempo para sanar.
Demos gracias a nuestro Dios por su
paciencia, y pidámosle que nos haga un poco como él es.