Es a Mí a Quien Ustedes Acogen
¿Nos damos cuenta de que cuando
recibimos a extraños recibimos al Señor
mismo?
La misma palabra de Jesús nos lo
demuestra.
Con el extraño, Dios nos visita.
Esto se aplica no solamente a nosotros
en nuestras familias, sino también en nuestras comunidades eclesiales.
¿Cómo recibimos a “extraños y
desconocidos” en nuestras iglesias, y a gente que ha venido de otras
parroquias?
¿Acogemos al Señor en ellos?
Recordemos cómo el Señor nos acoge cuando
nos reunimos para celebrar en la Comunidad.