25 junio, 2017

DOMINGO 12º DEL TIEMPO ORDINARIO


No Hay Lugar para el Miedo

Nada puede infundirnos más confianza y ánimo que el saber que alguien nos ama profundamente.

La fe es realmente la confianza y convicción de que Dios nos ama, y de que nos ama profundamente.

Cuando somos conscientes de este amor, ya no hay lugar al miedo.

Los hombres y mujeres de gran fe no tienen miedo de profesarla y de proclamarla abiertamente, y de comprometerse a todo lo que esta fe y amor implican.


Pidamos a Jesús este domingo que nos colme de fe y amor y así ahuyentemos todo temor.