29 enero, 2017

DOMINGO 4º DEL TIEMPO ORDINARIO


Pobres y Felices

El mensaje de hoy, las Bienaventuranzas, es quizás la página más desconcertante, provocativa y desafiante de la Buena Noticia, del Evangelio de Jesucristo; es justamente el corazón del mismo Evangelio.

Los ricos, los soberbios, los poderosos se sienten autosatisfechos: tienen lo que quieren. Pero se encuentran peligrosamente encerrados en sí mismos y en todo lo que tienen.

Se alaba a los pobres y a los que sufren, no porque posean poco o nada, o porque sean perseguidos, sino porque los pobres y humildes, los bondadosos y los que lloran, son conscientes de que no tienen nada más que a sí mismos para dar, y por eso son gente que espera, confiando totalmente en Dios y en los hermanos.


Contémonos entre esos felices y dichosos.