22 enero, 2017

DOMINGO 3º DEL TIEMPO ORDINARIO


La Luz de Jesús, el Cristo de Dios.

Estamos convencidos de que la venida de Jesús supuso un cambio radical para el mundo.

Con él la luz de Dios comenzó a brillar en un mundo sumergido en la tiniebla.

Hoy ¿se ha disipado acaso la oscuridad de nuestro mundo? ¿Incluso la de su Iglesia y de las Iglesias?

¿Es Jesús todavía hoy nuestra luz?

Nuestras vidas habrían de reflejar  la luz de Dios a todos los pueblos, cercanos y lejanos.

Aclamemos a Jesús, que está entre nosotros como luz de nuestra vida.