Algunas partes de la Sagrada Escritura, como las lecturas de hoy, hablan
de calamidades y desastres, como signos de un mundo viejo ya que se desmorona, y de Jesús que viene como juez.
La televisión de hoy y otros medios de
comunicación traen a nuestros hogares
los desastres, la violencia y el sufrimiento del mundo entero; y la gente se
pregunta: ¿A dónde nos va a llevar todo esto?
Estos son para nosotros hoy signos de
que el mundo en el que vivimos está en decadencia, pero no deberíamos pasar por
alto los signos positivos: deseos y esfuerzo de paz y de un mundo más
justo, razonable y unificado, el
derrumbe de tiranías a diestra y siniestra.
Como brotes de nuevas ramas en un árbol,
hay signos de esperanza en un mundo nuevo que está creciendo, y de esperanza en
la venida de Dios entre nosotros, su pueblo. Celebremos esa esperanza en la reunión dominical de la familia cristiana.
El Evangelio para este domingo