La
Eucaristía está en la Médula de Nuestra Fe
Sabemos
que la verdadera médula de nuestra fe es que el cuerpo de Cristo se quebró por
nosotros en la cruz, para que derramar su sangre por nosotros, pero que
resucitó de entre los muertos y está vivo para siempre.
Para
nosotros, el modo más profundo de participar en su muerte y resurrección es la
Misa, la eucaristía que celebramos.
En
la misa recibimos el cuerpo de Cristo como nuestro alimento.
En
la misa la sangre se hace presente como derramada para perdonar nuestros
pecados y para llenarnos con la vida, fuerza y alegría de Jesús.
¿Cómo
no celebrar la eucaristía con gratitud, si aquí el Señor se entrega a sí mismo totalmente
por nuestro bien?
Boletín dominical de la Diócesis de Punta Arenas