05 octubre, 2014

DOMINGO 27° DEL TIEMPO ORDINARIO


NUESTRO CUIDADO DE LA VIÑA

Un buen campesino, aun el arrendatario, tiene cuidado de sus campos y cultivos más incluso que un comerciante cuida su negocio.

Porque ama todo lo que crece y produce fruto; hay vida ahí, el puede verla crecer.

Dios ama a su pueblo, la viña que él ha plantado y cercado con tierno cuidado.

Su Hijo murió por nosotros, su pueblo, para que viva y crezca.

Dios nos ha confiado su viña a nosotros, tanto líderes como miembros de la Iglesia; no como un privilegio, sino como un campo donde trabajar, de forma que produzca ricos frutos de justicia y amor. ¿Dónde están estos frutos? 




BOLETÍN DOMINICAL 
DE LA DIÓCESIS DE PUNTA ARENAS - CHILE