NUESTRO CUIDADO
DE LA VIÑA
Un buen campesino, aun el arrendatario,
tiene cuidado de sus campos y cultivos más incluso que un comerciante cuida su
negocio.
Porque ama todo lo que crece y produce
fruto; hay vida ahí, el puede verla crecer.
Dios ama a su pueblo, la viña que él ha
plantado y cercado con tierno cuidado.
Su Hijo murió por nosotros, su pueblo,
para que viva y crezca.
Dios nos ha confiado su viña a nosotros,
tanto líderes como miembros de la Iglesia; no como un privilegio, sino como un
campo donde trabajar, de forma que produzca ricos frutos de justicia y amor.
¿Dónde están estos frutos?
BOLETÍN DOMINICAL
BOLETÍN DOMINICAL
DE LA DIÓCESIS DE PUNTA ARENAS - CHILE