12 mayo, 2013

ASCENSIÓN DEL SEÑOR



Glorioso… y con nosotros

Cuando muere alguna persona, bondadosa y cercana a nosotros, tenemos el sentimiento de que ella permanece todavía con nosotros y sigue inspirándonos y guiándonos.

Cuando en la Ascensión Jesús dejó a sus discípulos y pasó a la gloria del cielo, él fue para sus discípulos más que una memoria de una gran persona que había muerto.

Jesús, viviente como Señor resucitado, permanece con nosotros por su Espíritu de fortaleza, sabiduría y amor, y de esta forma es nuestro compañero en nuestra vida. Él profiere cada día para nosotros su palabra, se nos da como nuestra bebida y alimento en la eucaristía, y vive en nuestras comunidades. Escuchémosle hoy entre nosotros y alimentémonos con su palabra y con su cuerpo.

Para escuchar el Evangelio del domingo pincha el siguiente vídeo.