20 enero, 2019

Una Fiesta de Matrimonio


   En las bodas de Caná, su primer signo.

Cuando dos jóvenes comienzan juntos un viaje hacia la aventura de una vida matrimonial, están afirmando que creen el uno en el otro; que creen en el amor, en la vida, en el futuro. 

Éste es el  mensaje que nos da Dios hoy. 

Él se ha entregado a sí mismo a nosotros, su pueblo, en una alianza de amor, tan hermosa y duradera  como la del matrimonio, cuando su Hijo se hizo hombre en la persona de Jesús.


En él se nos ha dado a sí mismo para siempre, para lo mejor y para lo peor, aceptando que su Hijo entregara su vida por nosotros, para que tengamos vida. 

Él sigue transformando para nosotros el agua de nuestra rutina  y de los fracasos de nuestra existencia en vino abundante de alegría. 

Y el mejor vino se reservará para el fin, para la felicidad eterna. 

En cada eucaristía Jesús  transforma para nosotros el pan y el vino en alimento y bebida de vida.