15 marzo, 2015

DOMINGO 4° DE CUARESMA


Mirando a la Cruz

En nuestras Iglesias y en la mayoría de nuestros hogares damos al crucifijo un lugar de honor.

¿Quiere ello decir que debemos amar las cruces?

No, pero indica que creemos en nuestro Señor crucificado y que le amamos de corazón.

Jesús nos salvó por su cruz y resurrección.

Jesús es la señal de que Dios nos ama tanto que nos entregó a su único Hijo para traernos perdón, vida y amor.

Es a Cristo Jesús a quien alzamos nuestra mirada buscando fuerza para llevar las cruces que vienen a nosotros en las dificultades de la vida.

También le miramos buscando alegría y felicidad en nuestro peregrinar y buscando vida eterna más allá de la muerte.


Con Jesús celebramos, en cada eucaristía, el memorial de su sacrificio en la cruz y de su resurrección.