Mirando a la
Cruz
En nuestras Iglesias y en la mayoría de
nuestros hogares damos al crucifijo un lugar de honor.
¿Quiere ello decir que debemos amar las
cruces?
No, pero indica que creemos en nuestro
Señor crucificado y que le amamos de corazón.
Jesús nos salvó por su cruz y
resurrección.
Jesús es la señal de que Dios nos ama
tanto que nos entregó a su único Hijo para traernos perdón, vida y amor.
Es a Cristo Jesús a quien alzamos
nuestra mirada buscando fuerza para llevar las cruces que vienen a nosotros en
las dificultades de la vida.
También le miramos buscando alegría y
felicidad en nuestro peregrinar y buscando vida eterna más allá de la muerte.
Con Jesús celebramos, en cada
eucaristía, el memorial de su sacrificio en la cruz y de su resurrección.