Paciencia con Las Malas Hierbas
Te sientes sorprendido felizmente
cuando, después de un disparate o una ofensa de tu parte, la persona ofendida
lo toma con paciencia y te da nuevas oportunidades.
Así actúa Dios con
nosotros. Él sigue creyendo en nosotros. Esa es también la forma cómo quiere
Dios que nos tratemos unos a otros.
Como él, nosotros deberíamos ser plenamente
conscientes de que la gente no es ni enteramente buena ni completamente mala, y
que por lo tanto deberíamos ser pacientes, perdonando, confiando y dando tiempo
para sanar.
Demos gracias a nuestro Dios por su paciencia, y pidámosle que nos
haga un poco como él es.
Boletín dominical de la Diócesis de Punta Arenas - Chile