ESA FELICIDAD... ¡IMPOSIBLE DE COMPRAR!
Hay personas que siguen buscando
valores más elevados en la vida.
Quizás uno se sienta satisfecho solamente a
medias con la clase de vida que está llevando, o se sienta culpable por su modo
de vida.
El evangelio de hoy nos muestra a Zaqueo, un hombre pequeño, física y
moralmente, que va en busca del Señor.
Para sorpresa de Zaqueo, Jesús adivina el hambre espiritual en el corazón de
este hombre y se dirige a él.
Jesús desea encontrarse con Zaqueo. Si nosotros
reconocemos humildemente nuestra pequeñez, el Señor se nos revelará y se
invitará a sí mismo a caminar y a quedarse con nosotros.
Desde nuestra pequeñez, Jesús Nazareno nos hará grandes en
amor y en bondad.
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