24 noviembre, 2013

SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO


Reinando desde una Cruz

Hoy cerramos el año litúrgico, año de la Iglesia,  con la solemnidad de Cristo Rey. A través de todo este año hemos contemplado con nuestros ojos el nacimiento, la vida, el mensaje, la muerte y la resurrección de Jesús.

La liturgia de hoy resume algunos aspectos clave de por qué Jesús vino a vivir entre nosotros.

Murió en la cruz por nosotros para mostrarnos toda la profundidad del amor de Dios, su ilimitada misericordia con los pecadores, la promesa del paraíso para el criminal crucificado, la gracia de Dios que nos acepta como hermanos y hermanas de Jesús e hijos y herederos del Padre.


Con Jesús damos gracias ahora al Padre por concedernos perdón y vida.

El crudo Evangelio para este domingo...
(No dejes de escucharlo)






















17 noviembre, 2013

DOMINGO 33° DEL TIEMPO ORDINARIO


No quedará piedra sobre piedra.

Es la última visita de Jesús a Jerusalén. Algunos de los que lo acompañan se admiran al contemplar la belleza del templo. Jesús, por el contrario, siente algo muy diferente. Sus ojos de profeta ven el templo de manera más profunda: en aquel lugar grandioso no se está acogiendo el reino de Dios. Por eso, Jesús lo da por acabado: Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.

De pronto, sus palabras han roto la insensibilidad y el autoengaño que se vive en el entorno del templo. Aquel edificio espléndido está alimentando una ilusión falsa de eternidad. Aquella manera de vivir la religión sin acoger la justicia de Dios ni escuchar el clamor de los que sufren es engañosa y perecedera: todo aquello será destruido.

Las palabras de Jesús no nacen de la ira. Menos aún, del desprecio o el resentimiento. El mismo Lucas nos dice un poco antes que, al acercarse a Jerusalén y ver la ciudad, Jesús se echó a llorar. Su llanto es profético. Los poderosos no lloran. El profeta de la compasión sí.

Jesús llora ante Jerusalén porque ama la ciudad más que nadie. Llora por una «religión vieja» que no se abre al reino de Dios. Sus lágrimas expresan su solidaridad con el sufrimiento de su pueblo, y, al mismo tiempo, su crítica radical a aquel sistema religioso que obstaculiza la visita de Dios: Jerusalén (la ciudad de la paz!) no conoce lo que conduce a la paz porque está oculto a sus ojos.

La actuación de Jesús arroja no poca luz sobre la situación actual. A veces, en tiempos de crisis, como los nuestros, la única manera de abrir caminos a la novedad creadora del reino de Dios es dar por terminado aquello que alimenta una religión caduca, pero no genera la vida que Dios quiere introducir en el mundo.


Dar por terminado algo vivido de manera sacra durante siglos no es fácil. No se hace condenando a quienes lo quieren conservar como eterno y absoluto. Se hace llorando pues los cambios exigidos por la conversión al reino de Dios hacen sufrir a muchos. Los profetas denuncian el pecado de la Iglesia llorando.

Escuchemos el Evangelio de este domingo:





BOLETÍN DE LA DIÓCESIS DE PUNTA ARENAS












10 noviembre, 2013

DOMINGO 32° DEL TIEMPO ORDINARIO


DIOS DE LOS VIVIENTES

Ninguna creencia, ninguna doctrina de fe es tan fundamental para nosotros cristianos como la de creer que Jesús, nuestro Señor, resucitó de entre los muertos y vive para siempre.

Juntamente con esto está nuestra fe  -que para la gente pragmática de nuestra época parece mucho más difícil de aceptar-   en que después de nuestra muerte nosotros también  resucitaremos a una nueva vida.

Somos el pueblo de un Dios de vida. Somos el pueblo de la resurrección. Somos el pueblo que espera un futuro infinito de felicidad, alegría y amor.

Expresamos esta fe, tranquila pero firme, al reunirnos, cada domingo, alrededor de nuestro Señor resucitado.

Pidamos al Padre del cielo que afiance y fortalezca esta nuestra fe:

Oh Dios, fuente de vida:
Tú nos has creado para la vida, el amor y la alegría.
Ya que tomamos parte también en la cruz de Jesús,
en las penas y dolores de la vida,
mantén viva nuestra esperanza
de que tu amor fiel tendrá la palabra final
y de que la vida vencerá a la muerte
porque tú has resucitado a Cristo de entre los muertos.
Danos un anhelo firme y una fe inquebrantable
en que tú nos resucitarás con él;
y haz que esta convicción sea nuestra fuerza

cada día de nuestra vida. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 


El Evangelio para este domingo.








03 noviembre, 2013

DOMINGO 31° DEL TIEMPO ORDINARIO


ESA FELICIDAD... ¡IMPOSIBLE DE COMPRAR!

Hay personas que siguen buscando valores más elevados en la vida. 

Quizás uno se sienta satisfecho solamente a medias con la clase de vida que está llevando, o se sienta culpable por su modo de vida. 

El evangelio de hoy nos muestra a Zaqueo, un hombre pequeño, física y moralmente, que va en busca del Señor.  

Para sorpresa de Zaqueo, Jesús adivina el hambre espiritual en el corazón de este hombre y se dirige a él. 

Jesús desea encontrarse con Zaqueo. Si nosotros reconocemos humildemente nuestra pequeñez, el Señor se nos revelará y se invitará a sí mismo a caminar y a quedarse con nosotros. 

Desde nuestra pequeñez, Jesús Nazareno nos hará grandes en amor y en bondad.

Escucha AQUÍ el Evangelio para este domingo:






También te ofrecemos compartir un rato del domingo



01 noviembre, 2013

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS


VIERNES 1 DE NOVIEMBRE DE 2013
SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS


“Alégrense y regocíjense entonces,
porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo”


Los primeros cristianos quisieron reservar un día para la celebración de tantos mártires anónimos, que habían sido acogidos en el cielo por Aquel por quien dieron su vida. 

Surgió así la fiesta de Todos los santos. 

Hoy recordamos no sólo aquellos primeros mártires, sino tantos y tantas hijos e hijas de Dios a lo largo de la historia Dios les ha premiado con el cielo. 

El día de Todos los Santos es la fiesta de la Iglesia triunfante.

Escuchemos en este día el Evangelio 
de las Bienaventuranzas según san Mateo.