Jerusalén: Lugar de Sufrimiento y
de Triunfo
Sabemos, por la escuela de la vida,
que no todos los días son días de alegría y embeleso: Hay también días oscuros y deprimentes, de
sufrimiento, de frustraciones y fracasos. Pero hoy, Domingo de Ramos “de la
Pasión del Señor”, se nos dice en términos bien claros que ésta fue la suerte
libremente aceptada, nada menos que de Jesús mismo. Primero lo vemos el domingo, aclamado en
un pequeño triunfo, pero enseguida
escuchamos cómo le conducen a la muerte. Dentro de una semana, en la Noche de
Pascua, oiremos el pregón pascual proclamando con claridad y énfasis que su
muerte le condujo al triunfo de su propia resurrección; oiremos también sobre
el perdón y la vida que él nos trae. Hoy nos unimos a nuestro Señor en su
triunfo y en su pasión y muerte, y le
pedimos que transforme nuestra vida y nuestra muerte y las haga tan aceptables
y tan cargadas de sentido como la suya.
Vídeo evangelio del domingo de ramos