16 octubre, 2016

La Oración: Aliento de Vida



Domingo 29º del tiempo ordinario.

¿Ponemos nuestra vida en nuestra oración, o bien sólo recitamos fórmulas, aunque estemos de acuerdo con sus contenidos?

Ojalá pudiéramos expresar en la oración lo que vivimos, vocear nuestras miserias, y gritar nuestras alegrías, persistir orando, sin cejar, insistiendo, contra todos los pronósticos, porque nuestra oración es contra todos los pronósticos, y porque la vida misma depende de ella, como también depende la vida de justicia y amor en el mundo.


Este domingo pidamos de nuevo a Jesús: “¡Señor, enséñanos a orar!”  y  unamos nuestras súplicas a las de Él.