Evangelizar
es dar sabor
a la vida de las personas
Cuando hablamos de evangelizar casi
siempre lo entendemos en clave doctrinal: llevar la doctrina de Jesucristo
contenida en el catecismo de la Iglesia.
Evangelizar no significa solo anunciar verbalmente una doctrina, sino hacer
presente en la vida de las gentes la fuerza humanizadora, liberadora y
salvadora que se encierra en el acontecimiento y la persona de Jesucristo.
Para ello es necesario contar con personas que sean testigos vivientes del
evangelio en su vida diaria, en su familia, en su lugar de trabajo, en su
barrio, en la sociedad civil. “Personas capaces de sanear esta sociedad
introduciendo en ella honestidad… que no se dejen corromper por la ambición del
dinero, ni por el atractivo del éxito fácil”.
Personas que desarrollen “la
solidaridad responsable frente a tantos corporativismos interesados”; personas
que introduzcan compasión en una sociedad despiadada que parece reprimir cada
día más la civilización del corazón”.
¿No van por ahí los mensajes del Papa
Francisco que quiere apuntar una nueva primavera para la Iglesia, para las
religiones y para el mundo?
BOLETÍN DE LA DIÓCESIS DE PUNTA ARENAS